miércoles, 19 de octubre de 2011

Galería Vincent Van Gogh


"Los girasoles" (vaso con 15 girasoles)", 1888 - óleo sobre lienzo

"Los girasoles" de van Gogh son una de las series de pinturas más famosas del mundo. El propio van Gogh se sentía especialmente a gusto mientras pintaba los girasoles ("el girasol es propio de mí", llegó a escribir a su hermano Theo en una carta) y el único retrato de van Gogh que pintó Gauguin muestra al artista holandés pintando precisamente este tema. Es ejemplar ilustrado aquí es la primera composición con quince girasoles que realizó van Gogh, y sin duda en la que el color amarillo ("el color del sol", como decía van Gogh) está más presente en la composición. Una pintura de esta serie batió todos los records de cotización para una obra de Arte al ser vendida a un inversor japonés por casi 40 millones de dólares en marzo de 1987. Recientemente han surgido rumores sobre la posibilidad de que dicha pieza pudiera no ser de van Gogh, sino una copia de Emile Schuffenecker.


“La chambre de Van Gogh à Arles (La habitación del artista en Arles)”, 1889 - óleo sobre lienzo.

Van Gogh pintó su habitación en Arles en octubre de 1888 (Ámsterdam, Rijksmuseum Van Gogh), y un año después pintó otras dos copias mientras residía en Saint-Rémy, siendo el ejemplar mostrado aquí el más elaborado de los tres. "Esta vez es simplemente mi dormitorio" - comentó Van Gogh en una carta - "y lo único que importa es el color, lo simple le da a los objetos un mayor estilo"


“Noche estrellada”, 1889 - óleo sobre lienzo.

Una de las obras más famosas y reproducidas de van Gogh, comúnmente asociada a su creciente locura, y que en realidad es resultado de la preocupación del artista por las investigaciones astronómicas del momento. De hecho, en la pintura conviven elementos reales y fantásticos. Por un lado, un estudio del Griffith Park Observatory demostró que van Gogh representó la Luna , Venus, y varias estrellas en la posición exacta en la que se encontraban aquella noche despejada. Por otro lado, la llamativa espiral que ocupa gran parte de la obra es un elemento claramente fantástico.


“Lirios”, 1889 - óleo sobre lienzo.

Van Goh pintó esta famosa tela mientras estaba internado en el sanatorio de Saint-Rémy, donde se le permitía pintar "au plen air". Todo el lienzo es un canto a la belleza de la naturaleza, y llama la atención como el suelo rojo parece acompañar a las flores rojas de la parte posterior, a la vez que el lirio blanco encuentra un eco en una flor azul pálida de la derecha. La pintura fue vendida en Sotheby's en 1989 por 53.9 millones de dólares, entonces un precio record para una obra de Arte.


“Autorretrato con la oreja vendada” , 1889 - óleo sobre lienzo.

Este es uno de los dos autorretratos que van Gogh realizó tras seccionarse la oreja (el otro, anteriormente en la colección Leigh B. Block en Chicago, fue comprado posteriormente por la familia Niarchos). La expresión del rostro del artista es, paradójicamente, más serena que en otros muchos autorretratos del artista. Tal vez se trata de un esfuerzo del pintor por encontrar en la pintura su salvación particular, a lo que podría contribuir la presencia de una estampa japonesa en el fondo, una pintura –la japonesa- que van Gogh admiraba por “ su estilo tan sencillo como respirar.


VINCENT VAN GOGH





(Groot-Zundert, Países Bajos, 1853 - Auvers-sur-Oise, Francia, 1890) Pintor holandés. Vincent Van Gogh era el mayor de los seis hijos de un pastor protestante, y mantuvo con su hermano Theo, cuatro años menor que él, una relación que sería determinante en su existencia y su trayectoria artística. La correspondencia que ambos intercambiaron a lo largo de toda la vida es el testimonio de la intensidad de esta relación.

Tras recibir una esmerada educación en un internado privado, con dieciséis años entró como aprendiz en la filial de La Haya de la galería de arte parisina Goupil & Cie., fundada por su tío Vincent; allí conoció las obras de la escuela de Barbizon.

El traslado de Van Gogh a Londres en 1873 señaló el inicio de una primera etapa creativa. Tras un rechazo amoroso, se volvió cada vez más solitario, hasta que en 1878 se vio impelido por la necesidad de entregarse a sus semejantes, y tras intentar estudiar teología, decidió satisfacer su vocación uniéndose a los mineros de la Borinage. En este período realizó una serie de dibujos de los mineros.

Hacia 1880, tras ser expulsado por su excesiva implicación, descubrió en la pintura su auténtica vocación, considerándola una vía para consolar a la humanidad. En los primeros años de la década de 1880 estudió con diversos pintores, entre los que cabe destacar a Anton Mauve. Su rápida evolución y el conocimiento de los impresionistas lo llevaron a abandonar la enseñanza académica y a reunirse con Theo en París en 1876.

Su hermano le presentó a Pissarro, Seurat y Gauguin, y esta situación coincidiría con la definición de su pintura. Su paleta se tornó definitivamente colorista y su visión, menos tradicional, dando forma a su personal visión del postimpresionismo. Su interés por el color y por la captación de la naturaleza lo indujo a trasladarse a Arles, donde su obra fue progresivamente expresando con mayor claridad sus sentimientos sobre lo representado y su propio estado mental.

Con la pretensión de crear el grupo de los «impresionistas del sur», Van Gogh alquiló una casa donde invitó a los artistas con quienes compartía intereses y en la que Gauguin pasaría dos meses. La primera crisis mental, en la que se cortó parte de la oreja izquierda, tuvo lugar en la Navidad del mismo año 1888.

En abril del año siguiente, ante el temor a perder su capacidad para trabajar, pidió ser ingresado en el hospital psiquiátrico de Saint-Rémy-de-Provence donde permaneció doce meses. Tras sufrir diversos ataques y ante la imposibilidad de salir al exterior a pintar, realizó obras relacionadas con el hospital, retratos de médicos y reinterpretaciones de obras de Rembrandt, Delacroix y Millet.

La pérdida de contacto con la realidad y una progresiva sensación de tristeza son las claves de este período en el que Van Gogh desarrolló un estilo basado en formas dinámicas y en el uso vigoroso de la línea, de lo cual resultó una pintura más intrépida y visionaria que la de Arles.
Sin conseguir superar el estado de melancolía y soledad en que se encontraba, en mayo de 1890 se trasladó a París para visitar a su hermano Theo. Por consejo de éste, viajó a Auvers-sur-Oise, donde fue sometido a un tratamiento homeopático por el doctor, y pintor aficionado, Paul-Ferdinand Gachet.

En este pequeño pueblo retrató el paisaje y sus habitantes, intentando captar su espíritu. Su estilo evolucionó formalmente hacia una pintura más expresiva y lírica, de formas imprecisas y colores más brillantes. Pese a que unos meses más tarde el doctor Gachet consideró que se encontraba plenamente curado, su estado de ánimo no mejoró debido a los sentimientos de culpa provocados por la dependencia de su hermano Theo y por su fracaso profesional. Sumido en esta situación de angustia, el 27 de julio Van Gogh se descerrajó un disparo en el pecho; murió dos días más tarde.

martes, 11 de octubre de 2011

VAN GOGH TRÍPTICO

VAN GOGH TRÍPTICO



Esta surge de la pulsión que tenemos por el artista, la narración se plantea como una secuencia de personajes que se suceden y cruzan unos a otros, la acción no existen aquí, entendida como desencadenamiento de la anécdota. Ya que la obra se inspira en la performance y la plástica que develan esos personajes en su trasegar por el escenario, ellos en definitiva son portadores de un mensaje evocador, de unas palabras que faltaron por decir. El texto es un poema personal de esas visiones que podría tener el pintor, a la cual mezclamos poemas de Jacobo Fijman, A. Rimbaud contemporáneo de Van Gogh y en especial del inmortal William Shakespeare, quien ilumino constantemente al pintor.


El Tiempo se traduce en luz y música revoloteando sin orden, tensando las relaciones poéticas de los personajes. Un villancico, una polka, coros. melodías clásicas, medievales, una mixtura sensual que da contorno a la escena mientras esta se expresa en el fulgor lumínico.